El algarrobo es un árbol emblematico de nuestro paisaje, su fruto ha alimentado a hombres y animales al largo de la historia.
A pesar que es un alimento muy extendido en nuestro país, hay mucha gente que aún no lo conoce, pero l’ansia de utilizar nuevos alimentos sanos que se habían dejado de consumir està volviendo.
Es curioso que el consumo de farina de algarrobo se popularizó durante la década de los 70 a los Estados Unidos y, poco a poco, ha ido ocupando un lugar privilegiado en la cocina europea.
Pertenece a la família de las legumbres, el algarrobo es un árbol típico del entorno mediterraneo.
El fruto es muy dulce si se recolecta cúando está maduro – de septiembre a noviembre -. De éste fruto se obtiene la haina de algarroba, ingrediente utilizado en numerosas recetas. La harina de algarroba posee muchas más virtudes dietéticas que el cacao, ya que contiene un nivel bajo en grasa (1% frente al 23% del cacao).
Se destaca su contenido en hidratos de carbono y en proteínas. Es más rico en calcio y en fibra que el cacao, además posee pequeñas cantidades de pectina y liquina, vitaminas A, B y D, potasio, fosforo y mucha fructosa. A diferencia del cacao, tampoco contiene cafeína ni teobromina, ácido oxálico ni tiramina.
Otra ventaja que hace que la harina de algarroba sea un ingrediente muy valioso en la alimentación natural es que no necesita ser tostado, cosa que evita la aparición de sutancias irritantes y perjudiciales para la salud.
VARIEDADES:
Valenciana: Variedad de temprana entrada en producción.
De buen rendimiento y productiva.
Rojal: Variedad muy productiva y de alto rendimiento en garrofín.
Duraio: De origen mallorquín, con una productividad excelente y es la de mayor rendimiento en garrofín.
Ramillete: Variedad polinizadora (hermafrodita).
MSD: Variedad polinizadora (hermafrodita).